Y es que esto de emprender nos lo han vendido de una manera muy bonita. Conviértete en tu propio jefe, tendrás libertad y harás lo que te gusta….Pero esto es real??
No sé, quizá en algunos casos. Pero de lo que al menos estoy segura, que para emprender no solo hace falta suerte y talento. Estas se necesitan para comenzar a caminar, pero no te llevan a la meta. Emprender se convierte en una carrera. Empiezas a llamar a todas las puertas posibles, pones todo tu empeño, tu esfuerzo, tu tesón y tu constancia en ese proyecto que llevas soñando años. Vas a trabajar en lo que te gusta. Pero la carrera, se complica. Tu economía se resiente, y tu te cansas de caerte de equivocarte, de fracasar. Pero somos emprendedores y hay que seguir, es nuestro sueño, no??
Y las cosas empiezan a ir bien. Tu talento al servicio de tu empresa, tu esfuerzo y tu trabajo lo ves recompensado en tu bolsillo. La carrera se suaviza, estás en la mitad.
Pero creces, y quieres conciliar porque has tenido familia, y aparece esa competencia “Basura” que baja precios, que ofrece calidades muy bajas, que te copia, pero que se queda con el mercado. Y te toca reinventarte, y lo consigues. No te olvides que se puede copiar todo menos el talento.
Y pasas a tener un desnivel acumulado tan grande, que no sabes si llegaras a la meta.
Pero eres un emprendedor, de los de verdad, de los que lo intentan una y otra vez. Aunque por tu cabeza revolotee la idea de irte a la empresa privada y tener un sueldo fijo, que delicia!!!! O hacerte funcionario con esa maravilla de horarios.
Tranquilo respira, has llegado al último avituallamiento. Pero te voy a ser sincera, ahora te toca lo mas difícil. Eres capaz de seguir adelante??
Y es que estas en un momento crítico. Ya sabes lo duro de la carrera, ya sabes que la inestabilidad te va a acompañar si sigues adelante, ya sabes que tendrás que aprender a diario, ya sabes que la competencia será cruel, ya sabes que la guerra será larga. Pero sobre todo a estas alturas de la carrera, pese a todas las dudas ya sabes lo que quieres hacer.
Porque decidiste emprender, y esa decisión, aunque todo se ponga en nuestra contra, fue tan pensada, tan soñada y tan firme, que ya sabes que seguirás adelante. Te limpiaras el sudor y correrás el último tramo, que con suerte , y con tu talento, ahora sí te llevaran a la meta. Porque ya lo has luchado, lo has trabajado y la recompensa siempre llega. Quizá en forma de clientela fiel, comprometida y agradecida que te permita seguir con tu proyecto. Quizá con un crecimiento que lleve a tu empresa a evolucionar, a crecer. O quizá solo en forma de satisfacción por el trabajo bien hecho, por el reconocimiento a tu experiencia, formación y capacidad en tu sector.
Y cuando mires atrás después de muchos años, esta carrera de fondo será solo un bonito recuerdo. Y yo solo espero que cuando te encuentres a alguien que esta empezando, que esta emprendiendo, lo recuerdes, y que al menos, le acompañes a la salida deseándole suerte y diciéndole que le esperas en la meta.
Porque no todos terminan la carrera.
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